domingo, 11 de abril de 2010

III Subida al Pajariel


Ya van dos de tres en el Pajariel. Por segunda vez en cinco meses mi segunda media maratón de montaña ha tenido lugar en el monte Pajariel, evento organizado por el club deportivo Rutas del Bierzo, esa mítica montaña, emblema de Ponferrada, que resguarda con sus 817m de altitud a la ciudad que crece a sus pies.
En este día tan soleado, nuevamente en compañía de Mario, tomamos la salida a las puerta del castillo de los Templarios en primer lugar los participantes en la modalidad "andarines" a las 9.30, en segundo lugar y con ciertas discrepancias respecto a la organización llegó el turno de los "corredores" a las 10.30 (con lo de discrepancias me refiero a la intención que mostraron de adelantar la salida sin previo aviso a las 10h, sin haberlo anunciado en su página ni con un email, etc, lo que supondría comenzar sin haber calentado o sin tan siquiera haber llegado como le habría ocurido a varios corredores), posteriormente, en tercer lugar, un cuarto de hora más tarde saldrían los participantes de la modalidad "combinada" (parejas que iban uno corriendo y otro en btt pudiendo intercambiarse a lo largo del recorrido).
Cruzamos el río Sil sobre el puente Boeza y nos dirigimos por la carretera hacia el camino de tierra que más o menos llaneando (siempre con sus repechines y sus bajadas) nos conducía hasta las proximidades de Toral de Merayo, en todo ese entorno hemos podido disfrutar con el frescor de los primeros kilómetros y a las faldas del monte de sotos de castaños, pero también de la presencia de encinas, porque luego ya sólo veremos en la pista alta, tras subir las primeras grandes rampas de la mañana, coníferas y más coníferas, supongo que fruto de una rápida reforestación, a sabiendas de que Pajariel ha sido víctima de contínuos incendios forestales. Y por supuesto en todo momento allá en lo lejos, pero también en la cercanía con sus frescor los montes Aquilianos nos invitan con sus nieves a dedicarles miradas enternecedoras.
En la pista alta, situados a mitad del recorrido total nos esperará el primer avituallamiento con la amabilidad de sus organizadores. Y es allí donde engancharé a Carmen, la mujer asturiana que me ameneizó el resto de kilómetros, había dejado a su marido esperándola abajo en Ponferrada porque mañana él emprendería con su bicicleta el camino a Santiago.
Subiriamos juntas la rampa hasta la collada de Pajariel para disfrutar de una pequeña bajada mientras contemplaba de reojo el cortafuegos que se imponía allá en lo alto como si una maquinilla de afetiar hubiera pasado recientemente entre el bosque de Pajariel.
Entonces sí empezó lo más odiado (por conocido) de la mañana, rampa tras rampa en pleno cortafuegos, con subidas imposibles y bajadas peores aún, horroroso!!!pero después de unas 7 colladas (aún no las tengo bien contadas) llegamos al último puesto de avituallamiento, a partir del cual, como un cohe sin frenos encaminaríamos nuestros pasos a Ponferrada, allá en el llano, visualizando ya a lo lejos el castillo. Carmen me dice que baje a mi ritmo, asique emprendo la ruta por una pista hasta adentrarme en un bosque de pinos para aterrizar en esa desbocada bajada nuevamente en el cemento de la "civilización" y con más y más bajadas en pediente volvemos a cruzar el Puente Boeza, pero mi mala sorpresa llega cuando en lugar de llevarnos directos al castillo, nos dirigen junto a la orilla del Río Sil bordeando las afueras de la ciudad junto al río en el que muchas familias pasean su domingo mañanero hacia el puente de tren y luego por fin al que permanece junto al castillo. Allí sí se encuentra la última subida, y menuda subida!!! yo sólo puedo subirla andando y finalmente en 50 m de llaneo junto a los vigorosos muros templarios alcanzaremos la ansiada meta...2ª posición con un tiempo de 1h 49minutos!! a una media de 5:55 el km. Por su parte Mario no lo hizo nada mal, a pesar de que es un quejica, y su meritorio 7º puesto con un tiempo de 1h 27minutos y a una media de 4:42 el km le colocan entre la élite de las carreras de montaña de la provincia.
Ya sólo me queda pedir una cosa, que antes de que sea tarde, al señor Riesco no se le ocurra llevar a cabo su promesa electoral y desarrollar esa descabezada idea de crear el parque forestal de Pajariel, a falta de mejores proyectos y bajo el auspicio de la ineficiente consejera de medio ambiente de Castilla y León, en el que se contempla la construcción de un teleférico que suba desde el parque del Temple hasta la cima del gran pulmón de la ciudad, así como la dotación de terrazas recreativas o merenderos, hasta áreas de cabañas y zonas de acampada. Quienes deseen disfrutar de Pajariel seguro que ya lo llevan haciendo hace años y quienes recientemente lo descubrimos nos parece que así está magnífico!!! ¿Es necesario asfaltarlo todo?

lunes, 5 de abril de 2010

III DUATLÓN CROSS VILLAQUILAMBRE

Después de la tormenta siempre llega la calma, y este domingo meteorológicamente fue un día de calma, soleado, sin viento y eso sí, con una temperatura que fue incrementándose a lo largo de la mañana, pero que al principio de la prueba no alcanzaría ni los 10ºC.
Rezaba esta mañana el titular de la web de la federación de triatlón de Castilla y León que no hubo sorpresas, sobre todo refiriéndose al podium, tanto femenino como masculino, pero en el circuito sí las hubo. La organización del evento, mi honorable equipo Triatlón León, decidió cambiar el circuito de bici a penúltima hora, siempre, claro está, dando cuenta de ello en su página web www.triatlonleon.es , aludiendo a lo impracticable de ciertos tramos del camino por la acumulación de agua y de barro. Así, finalmente, quedó demarcado en dos vueltas para el primer segmento a pie, cuatro para el segmento de bici y una en el segundo segmento a pie.
Bajo un azul intenso y en Villaquilambre, localidad próxima a León ciudad y cuya población permanece ajena a todo evento deportivo para tristeza de su esforzado ayuntamiento (véase la San Silvestre, el duatlón u otras efemérides) tuvo luegar el Campeonato de Castilla y León de Duatlón cross 2010. Una organización a la que no se le puede reprochar nada, sino más bien al contrario, un circuito perfectamente señalizado, unos boxes sin ningún tipo de complicación, incluso unos útiles baños disponibles en la casa de cultura del pueblo, sede de la organización para la recogida de dorsales, entrega de camiseta en tonalidades azules.
A las 11.30 tomamos la salida la carrera "federada", previamente lo habían hecho un puñado de niños bien valientes al que les va picando el mundo "combinado".
El segmento a pie combinaba cemento y tierra, pero predominaba el cemento mayormente. Bajábamos por el camino del cementerio hacia las afueras del pueblo y volvíamos a subir por el mismo sitio, con lo cual se convertía en un circuito muy visual, luego subíamos otro poco por un prado y nuevamente te volvías a cruzar con tus compañeros brevemente, hasta que regresabas al pueblo atravesando una serie de calles en contínua subida y aparecías nuevamente en la casa de cultura donde se encontraban instalados los boxes.
Desde mi punto de vista físico el circutio estaba muy bien, un perfecto equilibrio de bajadas y subidas, el circutio del año anterior me resultaba mucho más duro y se me hacía más largo el segmento a pie, asique creo que el cambio fue para mejor.
En el segmento de bici los cambios habían sido más drásticos, se optó habilidosamente por reducir el circuito, por lo que los duatletas debíamos efectuar 4 vueltas y no 3 como en ediciones anteriores: tras 200m desde la salida de boxes comenzaba un camino de tierra que poco a poco no pararía de ascender hasta llevarnos a un "minipuerto" de unos 400m para afrontar largas rectas en caminos de tierra llaneando en la "pampa villaquilambriana" para posteriormente comenzar la intensa y emocionante bajada por el bosque de matorral (con permiso de biólogos) hasta que girabas por el camino ya de vuelta a Villaquilambre entre charcos y peraltes perfectamente ubicados sin necesidad de tocar el freno y nuevamente una breve subida al pueblo.
Mi debut se reducía esta vez, y como otras muchas al mero disfrute, acto de presencia, entrenamiento de calidad (eufemismos todos para evitar decir que iba a pasear mi mediocridad): el podium era inalcanzable, pero por orgullo y algún resquicio aspiraba al 5º puesto. Las sensaciones fueron buenas, en la carrera pensé que lo pasaría peor porque en toda la semana no había cogido las zapatillas para correr ni detrás de una paloma, aguanté bien, dejé a una chica atrás en el primer segmento a pie y fui a por otra que pude pasarla antes de finalizar la primera vuelta y mantenerle después cierta distancia. En la bici salí lentísima, tenía las piernas que me pesaban toneladas, luego cogí ritmo y me mantuve hasta que a falta de 1.5 km aproximadamente para acabar la 4ª vuelta me pasa la de atrás e intenté seguirla, en la bajada lo conseguí y ZAS!!!! Me doy cuenta de que se me ha salido la cadena, pero no un simple incidente, sino un enredo sobre sí misma unida al pedal. Mis nociones en mecánica son tan deficientes que el panorama que se me presentaba era de desastre absoluto. Paro, evalúo e intento colocarla, tras dos intentos lo consigo y acabé el tramo de bici para afrontar el último segmento a pie. me puse a correr y le dí zapatilla, pero ya no tenía suficientes metros para restaurar mi orgullo y al final el resultado fue la 6ª y penúltima posición.
Lo peor estaba por llegar cuando al ir a recoger la bici descubro que la horquilla se había aflojado del eje de la rueda. Me podía haber roto la crisma bajando!!! suerte que ese domingo era domingo de resurreción para los cristianos y quizá un alma se habría apiadado de mi alma pagana!!!
Debutar en casa tiene sus ventajas, y claro, era muy reconfortante ir corriendo y oír los ánimos de compañeros como Juan Ramón, Justo, Cuervo, Jorge y Jose Alberto.
El resto de compañeros del equipo no tuvieron tantos problemas técnicos ni físicos como yo, Gabri obtuvo un 5º puesto absoluto, lo cual le honra como el más machaca del equipo en estos momentos y César con una 20ª posición no lo hizo nada mal y se mantiene ahí arriba sea el circuito que sea. Luego Pedro también disfrutó en posiciones más retardadas para que finalmente obtuvieran un tercer puesto en la clasificación por equipos, a cuya celebración y foto en el podium me uní para hacer más relleno.
El Triatlón León seguro que sólo deseaba que los 76 duatletas que compartieron la salida regresaran contentos a casa.
¡Aúpa por el Triatlón León!