Menuda semana que he pasado de vacuna en fiebre y me duele la cabeza porque me toca. En fin, la prevención será así. El caso es que no me he sentido ni al 50% de mis posibilidades tanto laborales, físicas como sociales…un desastre!!! Y para amenizar la intriga, los exámenes de la EOI tenían que ser esta semana. Mañana cuando me den las notas me va a dar la risa por todo un poco.
No ha habido grandes hazañas que rememorar, ni salidas al monte por la amenaza continua de lluvia, ni grandes descubrimientos con la bici, el gran desafío semanal me lo he jugado entre fogones experimentando una receta nueva que ya hace tiempo pude ver lo fácil que resultaba en las manos del simpático Carlos Arguiñano. Se trata de solomillo de cerdo con hojaldre y salsa de manzana. Para empezar el solomillo lo compré hace mil años y justo ese tiempo era el que llevaba congelado en el fondo de la nevera, en segundo lugar llevo dos días minusválida del mundo careciendo de olfato y sabor, por lo que no pude detectar por el olor cómo se quemaba la salsa que estaba haciendo manzanas, así que empezamos bien la prueba. Luego el hojaldre se descongeló demasiado y no había quien lo pusiera en vereda bajo el rodillo, pero con un poco de maña todo se fue salvando y pudimos comer un nuevo plato…aunque yo no pude saborearlo. Lo repetiré. Pero mientras recomiendo esta página si hay curiosidad:
http://www.directoalpaladar.com/recetas-de-carnes-y-aves/solomillo-de-cerdo-al-hojaldre-con-salsa-de-manzana-receta-de-navidad
Desde “Olor a tierra mojada”, en estos duros momentos de incomunicación olfativa…también os quiero recomendar la peli que vi ayer: Buscando a Eric de Ken Loach, que nos trae de vuelta al rey del Manchester, Eric Cantona. Hacia la mitad de la peli se va introduciendo, en un primer momento de manera algo incómoda, un drama de amistades peligrosas y trasfondo social que se apodera casi completamente del entramado argumental.
Y es que, hacia el final de la película, hay un momento que define muy bien lo que han querido decir sus autores con ella. Cuando las máscaras del ídolo desaparecen, descubrimos que tras ellas se encuentra el pueblo, esa clase obrera de la que tantas veces ha hablado Loach, que vuelve a repetirnos que la unión es la mejor arma frente a los que abusan de su poder, y que la valentía es imprescindible para conseguir el respeto y la felicidad familiar. ¿Repetitivo y formulario? Sin duda. ¿Conmovedor?
Aunque aún quedan muchas vacunas y citas con el médico, seguro que esta semana que entra la cojo con fuerza y volvemos a compartir momentos rescatables que cada semana nos da la vida.
Que el solomillo no nos quedó tan mal...
ResponderEliminarEn cuanto a la película Ken Loach es un genio del cine social. Buena película en la que destaca el humor negro inglés mezclado con la unión obrera y los cuellos a lo "Cantonà".
Ayyyy pobrecina! Pero aún así tienes ánimo para hacer experimentos culinarios, así me gusta. La peli no la he visto... algún día me pasarás material cinematográfico (todo legal, por supuesto) para q pase mejor estas noches invernales de soledad (ohhhhhh). Besines.
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