lunes, 20 de diciembre de 2010

«¡ NI LA VENTA NI ELLA


A punto de inaugurar no sólo año, sino también década tuvimos la suerte de disfrutar un excelente día soleado en nuestra excursión del pueblo leonés de La Uña al puerto de Ventaniella.
De todos es bien conocida la importancia que, durante siglos, y para la seguridad de los viajeros que cruzaban nuestras montañas, tuvieron ventas y alberguerías. Situadas en los lugares más estratégicos de los caminos, especialmente en los pasos o puertos mas aislados, tanto en la Cordillera Cantábrica como en nuestros cordales interiores, en ellas se escribieron no pocas páginas de la historia de estas montañas. Concretamente el nombre de Ventaniella lo recoge una curiosa leyenda que recojo en una de sus versiones:

Los árabes tenían cuartel general en León y Gijón, por lo que circulaban mucho de una localidad a otra; entonces, este puerto de Ventaniella se llamaba Puerto Bajo, porque es el menos elevado de los situados entre El Pontón y Galicia.
Pelayo se encontraba en Arcenoriu y con él la hermana, que venía de este puerto a Ventaniella en alguna misión, pero entre esta vega y El Xerru en un lugar que se llama El Cantarillón la yegua que montaba dio un resbalón y al caer lo hizo sobre una pierna de la amazona, a la que se la rompió; arrastrándose como pudo, nuestra heroína llegó a la cercana Ventaniella, donde el casero la acogió; entonces arribaron y pidieron posada unos árabes que iban camino de León a Gijón (el territorio estaba en poder de los moros, pero éstos no se habían asentado en él); se la concedieron y en la conversación el casero se dio cuenta de que uno de los árabes hablaba mucho de medicina, pensó que sería médico (parece, además, que en esa época los árabes en medicina estaban mucho más adelantados que los españoles) y le propuso curar a una parienta suya que tenía la pierna rota.
Fueron a la habitación donde estaba la hermana de Pelayo, pero al charlar con ella el médico no se creyó que fuera familiar del ventero, pues vio que era una mujer con una cultura superior a la de éste: cuando llegó a Gijón informó a Munuza -uno de los jefes árabes- de que al pasar por el Puerto Bajo se había encontrado a una señora culta con la pierna rota; por consiguiente, Munuza encargó a tres personas de su confianza que fueran allí con el objetivo de traerse a la herida, quien seguramente era la hermana de Pelayo.
Los tres moros llegaron a Ventaniella y pidieron posada (que allí debe darse forzosamente, aunque no se tenga dinero). Ya concedida, se estaban calentando, que el fuego se atizaba en el medio de un local grande con la gente sentada en la orilla; el casero estaba sentado al pie del fuego sobre una pila de leña ya preparada en astillas para desde allí ir alimentándolo.
Entonces, los moros informaron al casero de que tenían orden de Munuza de llevarse a la mujer a Gijón. El casero alegó que era parienta suya, con lo que comenzó una discusión; en esto, uno de los moros agarró dos astillas, empezó a hacer fuego con ellas en un rincón situado junto a la puerta de la cocina -que, al igual que un tabique, era de madera- y amenazó al casero:
-¡O nos das la doncella o quemamos la casa, así que escoge: o la venta o ella!
Pero el casero, que era un hombre de agallas, agarró la astilla más larga y a los otros dos moros que estaban sentados al pie de él les propinó un golpe a cada uno en la cabeza y otro al otro, con lo que abatió a los tres, pero no los mató. Al asestar el primer astillazo a uno en la cabeza, proclamó: «¡Pues ni la venta ni ella!», y desde entonces el lugar se denomina Ventaniella, pero ellos, de todas maneras y a pesar de los golpes, pues reaccionaron, lo llegaron a dominar y se la llevaron, porque se quedó Munuza con ella y fue amante de éste, al que antes no conocía. Según otra versión, el ventero oyó que venía gente, creyó que eran individuos de Sobrefoz que lo podían defender, se armó de valor y entonces fue cuando agarró la estaca de leña y proclamó: «¡Ni la venta ni ella!», en esto llegaron los otros y aquí terminó la historia.
Para dar el asalto en Covadonga, Pelayo reunió sus fuerzas en Arcenoriu y entonces una parte de éstas bajó por el «ríu» Ponga y otra por el Sella con el fin de juntarse en Santillán para desde allí remontar la montaña y por los puertos de Covadonga llegar a Covadonga para dar la batalla a los moros. Después estableció su corte en Abamia y más tarde en Cangues y, que se sepa, a Ponga no volvió, pero de aquí salió.
Quien estaba de casero debía dar un puesto en la lumbre, incluso al que fuera más enemigo suyo, le tenía que entregar agua, sal, vinagre y fuego; también decían que la campana de la capilla de Ventaniella era milagrosa, el casero la tocaba todas las tardes para que la gente se orientara.

El caso es que a nosotros el que fue guarda de la zona durante 40 años nos contó otra historia también peculiar para los tiempos que corren, aunque corriente para la época en la que sucedió, allá en los no tan remotos 1920 cuando una joven y soltera de La Uña, Josefa, falleció “arriciada” a pocos metros de la Venta y que aún hoy podemos observar una piedra como homenaje, situada en el punto exacto en el que la encontraron, con sus iniciales y el año de su fallecimiento esculpidos en ella.
No era día de raquetas, pero la estampa que la nieve de aquella noche había dejado para nuestra retina hizo que tantos km desde León mereciesen la pena para Fran, Mario y Dobra, así como el bocadillo tan rico que nos comimos en el chozo del bosque en compañía de mis amigos Juan Ramón, Justo, Conchi y Mila.
Una excursión apta para todo tipo de público (que respete la naturaleza). Discurre por una pista, el PR LE-20 que sigue el curso del nacimiento del río Esla y desde donde además se contemplan en todo su esplendor los Mampodres, atravesamos la vega de Martindíez y desde la cual poco a poco iremos ascendiendo a una de las colladas que nos dan acceso a la Peña Ten. Allí También podemos ver las numerosas chozas restauradas y en muy buen estado que ya se usaban hace años porque por este puerto también pasaban los pastores de Los Argüellos que iban allá por el mes de noviembre a Llanes y por aquella zona comprando cabras; dormían por lo general en Ventaniella con 200 o 300 cabras, después las mataban en Los Argüellos y más tarde iban hasta Madrid a vender su carne salada en cecina que llevaban en carros.

Como veis, lo que sobran son historietas…asíque no dejéis de acercaros a pasear por la zona que merece la pena.
¡Un saludo y nos vemos en alguna San Silvestre!

martes, 14 de diciembre de 2010

Del infierno al Olor a Tierra Mojada o "la crónica de un suicidio fallido"


Ese día pensé que me moría, nunca antes había sentido miedo a que mi cuerpo no pudiera soportar tantos contratiempos, dicen que cuando estás padeciendo un frío extremo y de repente poco a poco comienzas a sentirte cómoda, a sentir calor, etc…es que algo no funciona bien y yo me pasé esas tres horas vigilando que seguían doliéndome los dedos de los pies, que no podía articular de congelación las manos y que me caían agua por el pecho cuando tuve que quitarme la braga del cuello en la cima para combatir el viento insistente que nos azotaba enviándonos o escupiéndonos con todo su malhumor granizo…
La carrera del domingo 5 de diciembre en la Peña del tren, organizada por el C.D. Castroncontrigo en Torneros de la Valdería fue lo más cercano a un infierno poco cálido que he experimentado en los últimos años.

Y ella, no podrá contarlo nunca, ni negarse a volver a participar, ni siquiera degustó las exquisitas sopas de ajo, el bollo preñao y la comida calentita de patatas a la riojana que nos esperaba a la llegada a meta!! Sí, Dobra también debutó los 19km junto a mí, esperándome en las subidas y odiándome en el llano. David por su parte se inició en el mundo del trail a lo grande con esta carrera, ahora ya nada le dará miedo y Mario irá con ojo mirando bien los cruces en las próximas carreras, ya que se perdió a falta de 3 km para el final junto al grupo de cabeza, no llegando a pasar por línea de meta.


En definitiva fue todo una experiencia para poner a prueba la capacidad personal e individual de sufrimiento, de voluntad y explorar nuevamente nuestros límites, luego el placer de los detalles cotidianos se aprecian mucho más, el confort de un sofá, el mullido de un chándal o el calor de unas zapatillas. En este tipo de carreras eres tú sin más, fuera del siglo XXI, no existe tecnología ni avances que puedan combatir la debacle a la que te enfrentas.
Un buen retorno a las páginas de Olor a Tierra Mojada.
¡Bienvenidos nuevamente!

miércoles, 4 de agosto de 2010

Y POR FIN… ¡AQUÍ ESTOY!


Tanto tiempo y tantas vivencias acumuladas, algunas tan importantes que demarcarán mi futuro profesional en los próximos dos años como mínimo, otras deportivas que a pesar de la lucha continua con el reloj día tras día han sido gratificantes, pero también personales, y el balance final, a pesar de los altibajos y del incumplimiento de ciertos objetivos, me siento feliz, o al menos, tranquila.
Me he propuesto retomar el entrañable olor a tierra mojada y no sólo para volcar mi vivencia deportiva, sino también esos viajes que han ido forjando en mí una mirada caleidoscópica a través de las numerosas anécdotas que quedaron recogidas en la retina.
A modo de resumen contaré que en este lapsus temporal lleno de silencio debuté en tres triatlones y en las oposiciones de profesora de secundaria de Castilla y León y de la Rioja. Si estableciésemos símiles, el resultado oposicional y el triatlón de Madrid del 5 de junio fue muy similar, un 4 y pico en ambos exámenes y un 4º puesto de mi grupo de edad en el Clasificatorio, aunque a pesar de ese amargo sabor de boca en los tres casos podríamos decir que “me clasifiqué”.
El segundo debut triatlético tuvo lugar en Villameca, bajo el auspicio de mi club, una jornada perfecta, de reencuentro con compañeros, de charlas, de risas y además muy buenas sensaciones, ahí me dí cuenta que no hay nada como ir sin expectativas, o tenerlas muy bajas, así es más fácil sorprenderte gratamente. Para ser mi segundo olímpico me encontré bien, cómoda, nadé con tranquilidad pero sin quitarle el ojo a dos chicas delante, era la mejor manera de tomar una referencia y luego en la bici mantuve esas mismas referencias porque no sabía si me quedarían fuerzas para los 10 km a pie finales y vaya que si me quedaron, acabé en progresión, como me gusta a mí, sintiéndome bien, a tope.
Y por último, el tercer debut fue en Valladolid, el último clasificatorio antes del Cto.de España, acababa de llegar una semana antes de un viaje a Roma y tampoco llevaba expectativas, pero enseguida pude comprobar en el agua que iba ahí con un grupo bien situado y nadé con todas mis fuerzas, un poco por fuera para evitar golpes y luego subí a la bici en una primera vuelta de reconocimiento de circuito y luego ya se unió mi tándem Sharon y con dos chicas más hicimos la carrera juntas, menos mal, porque yo en la bici tengo tendencia dormilona, jeje y cuando llegó la carrera me encontraba bien y sobre todo animada, asíque vi que no hacía más que adelantar e incrementé mi ritmo, aunque reconozco que en la última vuelta podía haber apurado más las fuerzas, al final me llevé la grata sorpresa cuando entré en meta…de que era la primera de mi grupo! Me sentí muy rara al oír mi nombre por megafonía.
Ahora no hay un plan definido en el plano deportivo, en el laboral se me acumula el trabajo porque no he acabado de desconectar del todo y he continuado todo el tiempo en stand by, así ni hago ni ahorro energía, jaja.
Continuo entrenando por si mis compañeros se animan a ir al nacional y porque no sé qué me da colgar las zapatillas a principios de agosto, estaba pensando en El Barraco (para ver qué se siente si intentas suicidarte, jeje) y en el de San Rafael a finales de agosto.
De momento agradezco a Mario, César e Isma el empuje y apoyo que me han dado a lo largo de estos meses para continuar no de cualquier manera, sino con motivación en lo deportivo y a Vero y a la incombustible Miriam en los aspectos profesionales...y vitales.
Decían los romanos que todos los caminos llevaban a Roma, la sede del Imperio, del Mare Nostrum, pero mirad Pompeya en la foto, por ese camino una mañana caerían las cenizas del Vesubio y entonces les llevó a la muerte, pero de esas cenizas la Humanidad entera ha heredado conocimiento, ha sido la única manera de conservar intacta una ciudad por los siglos de los siglos, gracias a esas cenizas, hoy en Pompeya huele a tierra mojada.

Este fin de semana me espera un reto en Picos de Europa con la bici de montaña y la compañía de Fran y Mario, os contaré a la vuelta y también os presentaré un miembro más de la familia…Dobra.

lunes, 31 de mayo de 2010

VII TRIATLÓN SAN ESTEBAN DE PRAVIA. DORSAL 4 PUESTO 4, TAL CUAL


Y así se dio por inaugurada la temporada de triatlón en Asturias, en una tarde soleada a las 17.30 sumergiéndonos en unas gélidas aguas del muelle de San Esteban, dispuestas 8 féminas a completar el rectángulo que formaban las 4 boyas por las que transcurría los 750 m de rigor y en las que por primera vez este año no tuve problemas de orientación, aunque sí algún pequeño percance al torcer en cada una de ellas y engancharme en las 2 primeras con unas redes que las amarraban al suelo…eso se llama apurar la curva (jejej) y también después de hacerle una pequeña ahogadilla a Natalia en la primera recta…pobrecita, luego aceptó mis disculpas, fue totalmente involuntario.
Salí del agua en tercera posición, aunque Beatriz Tenreiro y Susana Coto ya me aventajaban considerablemente, yo era seguida inmediatamente por Natalia con la que llegué a la vez y pocos segundos después por la siempre sonriente Sharon. En la transición me adelantó Sharon o salimos mas bien a la vez, pero inmediatamente tomó las riendas de la bici para situarse durante ya toda la carrera delante de mí a unos cómodos 100-200 m y dejarse alcanzar únicamente en las bajadas, ya que en el llano por más que pedaleaba no la alcanzaba y en las cuestas también le recortaba, pero nunca podía unirme a rueda.
El circuito de bici era increíble, perfecto, una buena sintonía de dureza, velocidad y llano. Había poco después de la transición una cuesta en la que situaba todo el pueblo a animarnos y donde casi te sentías correr el giro o subir el Angliru…claro que sólo era una rampa de menos de 100 m, pero intensa, intensa y luego continuabas subiendo de manera muy tendida hasta coronar el monte de la ermita, desde donde seguro que había unas vistas preciosas…pero estábamos a lo que estábamos y allí había otro repechín, menos duro, pero más largo y luego un largo llaneo para recuperar, coger ritmo e iniciar una bajada al principio por callejones estrechos, con curvas, chinchetas para coches y baches, pero luego toda la carretera bien asfaltada para nosotros, sin tráfico, con curvas de esas que si las tomas bien no hay que frenar! Era una pasada! Y así tres vueltas y siempre viendo a Sharon.
Luego llegamos a la segunda transición, cambio rápido de material y a correr por el paseo marítimo dos vueltas que se pasaban igualmente rápidas, aunque controlabas a los contrincantes y te podías poner nervioso, a mí no me pasó hasta que en la última vuelta vi a la 5ª que se acercaba a toda velocidad y decidí que no quedaría 3ª pero que 5ª tampoco, asíque hice el último mil como en la vida, llegando finalmente a 20 segundos de la tercera con un tiempo de 1:32:31, a 10 minutos de la primera para desesperación de Mario que no dejó de animar ni un segundo mientras me tenía a la vista: a media subida, en la cuesta y luego controlando todas las transiciones y presionando en la carrera a pie.
César salió del agua en 12ª posición y acabó en un 30º puesto, seguido casi inmediatamente de Kike que corría con los colores de la uni a la espera de los de su club avilesino, sobre un total de 83 corredores no está nada mal la posición.
Mientras que Justo lo hacía unos puestos más atrás, pero aunque marchamos sin saber si hacía podio en su categoria de veteranos, supongo que hubo suerte.
En definitiva, me quedo con las buenas vibraciones, con el dorsal 4 puesto 4 que en Asturias no me falla y con el trozo de empanada que comí después no sé si destinado a los participantes o a los organizadores…jejej.

domingo, 23 de mayo de 2010

313. UN CAPICUA EN EL CAMPEONATO DE ESPAÑA TRIATLÓN CROSS 2010


Era un bonito número, amaneció un gran día, demasiado soleado y caluroso, pero sin viento ni contratiempos. También era un circuito conocido, aunque con alguna modificación y tuvimos todo el día para aclimatarnos al ambiente, para no andar con prisas, para comer con el resto del equipo: Juan Ramón, Jorge, sus respectivas mujeres y César. Esto era “disciplina del equipo” nos dijo Jorge y pasamos un buen almuerzo en su compañía.
Bueno, sí hubo un contratiempo, el cambio de horarios a última hora. A mí estas cosas me cabrean mucho. Puedo entender que los cambios sean para mejor, que de hecho lo eran, pero no que lo decidan la tarde anterior y que con colgarlo en la página de la Fetri se piensen que han cumplido…¿y los que ya no tendremos acceso a Internet durante esas horas previas?
Y llegó la hora, primero los élite masculinos a las 16:00, previamente nosotros ya habíamos depositado y ordenado el material en boxes, unos boxes preciosos, en armonía con el paisaje, parecían abrevaderos donde estabular el ganado, pero en su lugar dejamos nuestras bicis. A las 16.45 salían mis compañeros en Grupos de edad masculinos, aunque ya comenzaron a retrasarse los horarios porque querían esperar a que pasara el último hombre de élite en el circuito de bici. Les vimos entrar Mila, Ana y yo, luego llegar a la transición, primero César, muy bien situado, luego Juan Ramón y Jorge por último, disfrutando la carrera y saludando. Yo por mi parte comencé mis propios preparativos: crema de sol, aceite para el neopreno y a pelearme con el neopreno (ahora tengo claro que hay que meterle tijeras y subirlo por las piernas). Deposito el resto de telares en consigna y bajo al embalse cuando sólo había dos chicas abajo, pero así nado relajada para calentar hasta la primera boya y compruebo que todo está en su sitio. A la vuelta ya se ha llenado la “playa” de “contrincantes”, saludo a las conocidas, sobre todo a las asturianas del Musel (Mónica, Susana y Sharon) y en breve nos pondrán por orden numérico y nos harán esperar un poco más aún porque “la ambulancia está desalojando el circuito de bici de los corredores malheridos”…vaya cuerpo que se nos pone...
Y por fin, la salida. No somos más que 46 y no sufro altercados en la salida con otras nadadoras, pero la lucha comienza con mi propio material: “una de las gafas no me ha hecho ventosa bien y me está entrando agua!!!” me veo obligada a romper el ritmo dos veces, colocar las gafas y seguir, pero ya me descolgué del grupo en el que iba. El resto del trayecto va bien, pero no veo la segunda boya porque me refleja el sol y me guío por los brazos de las que van más adelante. En el momento que la visualizo me siento orientada y ya todo será nadar, eso sí, tirando de un grupito…
La salida del agua es rápida, llego a la transición bien y no se me complica tanto el neopreno, pero decido ponerme los calcetines y ahí comienza a pasar el tiempo, salgo con otra chica que pronto me deja atrás, yo aún necesito entrar en movimiento, pero esa sensación tarda en llegar y se me hace muy dura la primera vuelta con sus tramos de rocas, de subida leve pero continua y al paso por boxes ya me siento bien, estoy progresando en velocidad, comienzo a adelantar a las chicas que se incorporan al circuito de Grupos de edad y me siento mejor, aunque a mí me adelantarán al menos 5 chicas de élite, lo que me desmoraliza un poco porque en la edición pasada no había perdido posiciones en la bici, sólo las había ganado.
Y en la tercera vuelta me adelanta Mónica Carrascosa, del Musel y me dice que la siga a rueda, lo hice durante unos km, pero con tan mala suerte que la pobre tropezó entre la vegetación y cayó, había un juez al lado que la ayudó y yo seguí, pero unos metros más adelante, en el montículo del salto que se habían montado llegué con mucha velocidad y perdí el control de la bici, se me separaron los pies de los pedales (ahí se hacía patente la necesidad de automáticos) y me hice mucho daño al tocar tierra, pero no me llegué a caer y proseguí adolorida, con la pierna raspada y pronto me volvió a alcanzar Mónica, que se la veía con mucha furia, lo que hizo que yo no pudiera seguirla, me notaba ya con pocas fuerzas y acabé malamente esa última 4ª vuelta del segmento de bici para llegar a la transición y salir corriendo con el casco!!! Suerte que me lo advirtieron unos chicos que estaban mirando y ahí me enfrentaba a la parte más agónica, 6 km en los que cada paso sentía desfallecer, ni sed ni calor, un malestar general, una falta de energía, fatiga…ánimos de César, Juan Ramón y Mila en cada vuelta, y otra vuelta al anillo y otra más, cada vuelta a pie eran 2 vueltas al anillo, por fuera, por dentro, y una cuesta y otra y otra chica que me adelantaba. Horroroso, pero allí estaba el arco hinchable, que no era el cercano arco de Cáparra unos km más allá en la Vía de la Plata, pero a mí me pareció todo un triunfo. Y hoy con la clasificación en la pantalla veo que quedé la 32ª de 33 finalistas, porque las otras 13 restantes no acabaron la carrera por unas razones o por otras, aunque imagino que sobre todo por la bicicleta, hubo muchas caídas, muchos evacuados.
César quedó el 5º de su grupo de edad, también lo pasó mal, pero su actuación fue mucho más digna que la mía. Juan Ramón quedó el 6º en su categoría correspondiente y Jorge no pudo acabar el segmento de bici porque pinchó.
Este capicúa venía defectuoso…no acabó como empezó! O sí, con unas buenas sonrisas al rememorar la jornada entre compañeros.
Hay que seguir entrenando para mejorar esas sensaciones.

lunes, 17 de mayo de 2010

XII Carrera Truchillas-Vizcodillo: in absentia


El domingo 16 de mayo de 2010 tuve que pegarme el madrugón padre porque quería acompañar a Mario a uno de sus más esperados debuts: la carrera de montaña de Truchillas organizada por el Club de montaña Teleno de La Bañeza. La simpática guía Repsol, queriendo gastarle una mala broma a Morfeo, preveía dos horas de trayecto en coche desde León hasta Truchillas, por lo que Mario decidió salir a las 7.30 para allá.
Aún dormida y con la bici de carretera empaquetada en el coche para aprovechar la mañana allí y hacer un buen entreno entre semejantes parajes, arribamos poco antes de las 9 a la explanada desde la que tendría lugar la salida.Aún quedaba una hora y media para la salida!!! Pero afortunadamente no éramos los primeros, ya había gente que había hecho noche allí con la autocaravana y entre ellos Gabri, que se había disfrazado de aparcacoches ocasional.
El Vizcodillo lucía repleto de nieve entre un espléndido y ansiado cielo azul. Mario estaba cada vez más nervioso, pero como ya me había dado tanto la lata durante toda la semana, esa mañana intentaba transmitir calma.
Conocimos a Salvador Calvo, el ultramaratoniano de la Cepeda que parece poseer las piernas traídas de otra galaxia. Menos mal que sólo fue a darse un paseo o a hacer un entreno en compañía…
También pudimos saludar a conocidos de otras citas deportivas como a la asturiana Carmen, el piragüista Siro y por supuesto llegó César, que luego regresaría con nosotros para León.
Se le rindió un sincero homenaje a la memoria del montañero Oscar Pollán, que pertenecía al club y había sido un corredor habitual de esta cita leonesa y que desafortunadamente perdió la vida hace unos meses en una de sus salidas al monte como todos podemos recordar.
Por mi parte ya tenía la bici preparada para comenzar un duro entrenamiento ascendiendo el puerto del Peñón con rampas del 16%, pero además con la advertencia de tres ciclistas del C.D.Castrocontrigo que se habían acercado a ver el ambiente en sus btt desde Castrocontrigo.
Primero fui hasta Truchillas para calentar un poco las piernas y luego ya me dirigí al Peñón para ver pasar a los corredores que debían cruzar la carretera una vez que hubieran alcanzado la cima del Vizcodillo y hubieran cresteado el cordal para luego ascender por un cortafuegos e iniciar la bajada poco después.
La subida resultó dura, con adelantamiento a los tres hombres de la btt y sin poder sentarme apenas en la bici alcancé el puerto esperado entrando en la provincia de Zamora. Allí arriba ayudé a apuntar dorsales de los corredores y al poco de pasar el grueso de la carrera y ver que Mario y Gabri corrían en el segundo grupo en 7ª y 8ª posición de avanzadilla juntines y que César lo hacía en un cuarto grupo más rezagado, inicié la bajada, eso sí, pasando un poco de miedo mientras frenaba a más no poder para no dejar que la bici me dominara en ningún momento.
Me dio tiempo a bajar, llegar al coche, cambiarme la ropa y salir corriendo con la cámara para ponerme junto al río que debían cruzar minutos antes de alcanzar la línea de meta.
Y allí llegaron los primeros, distanciados ligeramente unos de otros, en general corredores veteranos o montañeros, y por fin, en 9ª posición lo hacía Mario con un tiempo de 2:37:30, con cara de desesperación al cruzar el río y al límite de sus fuerzas como se veía y me constató después. Gabri lo haría segundos después en 10ª posición con 2:38:02 y a César en un 64º puesto y un tiempo de 2:57:02 ya no le vería llegar porque Mario tenía que cambiarse toda la ropa y el calzado inundado inmediatamente.
El comentario y la impresión unánime de los participantes era la dureza de la jornada incrementada por la nieve, varios centímetros durante muchos km, firma que podíamos ver en las piernas de cada uno de ellos: rojas y llenas de cortes pequeños por los cristales de la nieve. Además de alguna caída o alguna metedura de pata entre rocas.
A pesar de la alegría de los corredores, del record de inscripción (195 corredores) y de la amabilidad de la organización, no me he quedado con ganas de correrla. Le dejo el honor para los valientes mejor preparados!

lunes, 10 de mayo de 2010

CAMPEONATO DE ESPAÑA UNIVERSITARIO DE TRIATLÓN ALICANTE 2010: LA UNIVERSIDAD DE LEÓN LUCE CULO


Borrachera de parchis en el tren alvia León-Alicante, una manera entretenida de llenar 7 horas de viaje y supongo, que de amargarle a su vez la tranquilidad al resto de pasajeros del vagón, pero…carpe diem.
Llegada al hotel Castilla de Alicante en taxi entre torres y más torres, cemento y más cemento, en definitiva ese paisaje al que nos han hecho creer en España que es el paisaje que debe reinar en una costa, la inigualable costa del Mediterráneo, aquella que dominaron los romanos en su momento.
El equipo femenino decide encamarse nada más aterrizar en la habitación, mientras que el masculino marcha a disfrutar de un paseo en la playa.
Amanece un nuevo día, de hecho el día de Adrián, es su 20º cumpleaños, pero lo hemos tenido que ir discutiendo a lo largo del día, y finalmente acordamos sorprenderle a la noche en la cena con unas velas en el comedor.
Después de desayunar vamos a la playa en la que al día siguiente se disputará el segmento de natación y allí nos ponemos los neoprenos para nadar en parejas mar adentro unos 7 minutos, luego el regreso…sálvese quien pueda, yo llego la última con un mareo importante, pero es que no somos gente de costa!!
Vuelta y vuelta en la playa entre ofertas de gafas de sol, CD´s piratas, bisutería barata y…masajes chinos!!! Como telón de fondo el campeonato de voley playa sigue su curso entre redes, pelotas y cuerpos tostados al sol.
Comida patagónica nos espera en el hotel y luego una siesta que sabe a poco, pero en una hora las bicis nos esperarán abajo y hay que preparar la maquinaria!!! Gabri se pone las botas entre tanta rueda que hinchar, que colocar, bicis que probar y así transcurre un buen rato hasta que nuestro delegado regresa con las acreditaciones, información y unas toallas de la Universidad de Alicante de regalo!!!!
Vamos a ver el circuito en una visita guiada que han organizado, allí hacemos migas con los de Zaragoza, Samu en su salsa y luego Paula creará sensación con el tanga bajo el mono de competición!! Ahora somos conscientes de lo transparente que es nuestro traje de luces. Adrián habla de escribir con edding “te pulo” (suerte que al final no hicimos todo lo que hablamos), Gabri propone poner el número de móvil y “si quieres ver más”.
El circuito tras tres vueltas de reconocimiento no me queda nada claro, y la mejor conclusión es que hay que pasar por un cono en un puente, 4 veces. Es un circuito rápido, rectas, glorietas y más rectas, todo absolutamente llano sin baches.
Vuelta al hotel, reunión de los delegados y a cenar, Adrián sopla sus velas, el comedor le canta cumpleaños feliz y retirada a la habitación para ultimar el día de mañana ahora sí, con toda la información que se ha procurado en la reunión de delegados. Todo queda muy claro, al día siguiente seremos conscientes de lo bien informados que estamos con respecto otras universidades (Buen trabajo el de el entrenador y el delegado!!)Y el broche de oro se lo lleva el discurso telefónico motivador de Isma con canción incluida, y afirmaciones tan categóricas como que el triatlón no es un deporte, sino un sentimiento, ahí queda eso!!
Mi dorsal…el 40!!!Todos a dormir, aunque antes mi bici sufriría en sus propios hierros toda una serie de cambios para mejorar mi postura!!!
Y llegó el gran día, todo preparado, pero los nervios no se pueden controlar, a pesar de lo cual nuestro horario transcurrió con normalidad, pero no así el de la organización que nos tuvo 45 minutos esperando para abrir boxes y dejar el material. Dejamos Aurora, Paula y yo las bicis y los neoprenos, nos pintan el brazo y la pierna y corriendito al box 2 en el que yo tengo que dejar las zapatillas porque mis compis no cambiaran de calzado al bajar de la bici. Regresamos al box 1 para ponernos los neoprenos y bajar ya irremediablemente a la playa.

Hacemos unos metros de calentamiento, recibimos los ánimos de los compañeros y nos llaman a cámara de llamadas, pero aún nos tendrán cerca de media hora esperando, a mí se me seca hasta el neopreno, bocinazo y a correr!!! Pero sufro mi primer altercado porque hay una especie de escalón en el primer contacto con el mar y me hundo hasta casi caer por una pierna, luego me entra agua en las gafas, pero pronto todo queda atrás y a por la primera boya sin mayores contratiempos, incluso creo que no he dado muchos bandazos. Las dos boyas pequeñas que se encuentran entre las grandes ni las llego a ver, pero creo que tampoco me despisté de la grande y ya me encuentro de regreso a la playa. El arco por el que debemos pasar con el microchip es perfectamente visible en todo momento y ya casi ni miro al frente, hay que darlo todo. Salgo de la playa con un grupo pero todas quedan atrás porque a pesar de salir mareada y correr toda la transición dando tumbos porque no me podía mantener en línea recta, en ningún momento veo a una chica delante. Ya en boxes veo a Aurora, salió antes del agua y a mí se me complica el neopreno en el pie donde llevamos el chip, la clave está en las palabras de Gabri: “¡písalo!” y entonces veo que también está Paula e incluso sale antes con la bici. A toda velocidad, casco, dorsal, gafas, calas y a por los 20 km en bici! Las piernas aún no responden al 100%, pero pronto lo harán, me enjuagaré la boca para olvidar los tragos marinos y a por todas, tengo que apretar porque me quedo en tierra de nadie y visualizo un grupete unos 100m delante, a la cabeza va Aurora, que la veo muy bien. Venga, venga, a por ellas, a por ellas!!! Luego Isma como leyendo mis pensamientos me dice casi lo mismo “¿casi las tienes! Y en el comienzo de la tercera vuelta, plas!! Las alcanzo, primero a Aurora que se rezagó, pero a la que insisto en que vaya a por ellas también y luego al grupo, al que adelanto a gran velocidad, pero que pronto comprobaré que parte de él se me unirá, mientras que la otra mitad será el que siga con Aurora. Nos tomamos relevos una de la UPV, Susagna de la Universidad de VIC y yo. Entramos en la transición igualadas y con una bajada impecable de la bici para ponernos las zapatillas y disputar los últimos 5 km en un parque y 1 km por una recta de asfalto. Me siento como nunca, no me molesta nada, ni tengo pesadas las piernas y voy subiendo, paso a todas las chicas que abarca mi vista, en carrera acabo con la sensación de que no podía haber hecho más, igual sí más rápida, pero no habría alcanzado más posiciones. Resultado 1h 18 minutos en una 25ª posición. Acabo feliz.

Aurora lo hará en dos minutos más con una 36ª posición y a Paula no nos da tiempo a verla porque volvemos corriendo a la playa para ver la salida de los chicos.
Adrián saldrá del agua como primero de la uni, luego lo hará César, Samu y por último Gabri, no muy distanciados, pero así se mantendrán en la bici y luego en la carrera, quizá la veteranía se impondrá y será Gabri quien puntúe como primero por nuestra universidad, en segundo lugar César, Adri en tercero y Samu en 4º lugar. Una buena carrera para todos ellos. Los entrenamientos grupales, las horas de piscina y los cambios de ritmo dieron su fruto, César puede sentirse orgulloso.
En conclusión, un 9º puesto para la Universidad de León, esos 7 chicos que mostraron sus posaderas en Alicante a todo aquel que quisiera verlo!!

domingo, 11 de abril de 2010

III Subida al Pajariel


Ya van dos de tres en el Pajariel. Por segunda vez en cinco meses mi segunda media maratón de montaña ha tenido lugar en el monte Pajariel, evento organizado por el club deportivo Rutas del Bierzo, esa mítica montaña, emblema de Ponferrada, que resguarda con sus 817m de altitud a la ciudad que crece a sus pies.
En este día tan soleado, nuevamente en compañía de Mario, tomamos la salida a las puerta del castillo de los Templarios en primer lugar los participantes en la modalidad "andarines" a las 9.30, en segundo lugar y con ciertas discrepancias respecto a la organización llegó el turno de los "corredores" a las 10.30 (con lo de discrepancias me refiero a la intención que mostraron de adelantar la salida sin previo aviso a las 10h, sin haberlo anunciado en su página ni con un email, etc, lo que supondría comenzar sin haber calentado o sin tan siquiera haber llegado como le habría ocurido a varios corredores), posteriormente, en tercer lugar, un cuarto de hora más tarde saldrían los participantes de la modalidad "combinada" (parejas que iban uno corriendo y otro en btt pudiendo intercambiarse a lo largo del recorrido).
Cruzamos el río Sil sobre el puente Boeza y nos dirigimos por la carretera hacia el camino de tierra que más o menos llaneando (siempre con sus repechines y sus bajadas) nos conducía hasta las proximidades de Toral de Merayo, en todo ese entorno hemos podido disfrutar con el frescor de los primeros kilómetros y a las faldas del monte de sotos de castaños, pero también de la presencia de encinas, porque luego ya sólo veremos en la pista alta, tras subir las primeras grandes rampas de la mañana, coníferas y más coníferas, supongo que fruto de una rápida reforestación, a sabiendas de que Pajariel ha sido víctima de contínuos incendios forestales. Y por supuesto en todo momento allá en lo lejos, pero también en la cercanía con sus frescor los montes Aquilianos nos invitan con sus nieves a dedicarles miradas enternecedoras.
En la pista alta, situados a mitad del recorrido total nos esperará el primer avituallamiento con la amabilidad de sus organizadores. Y es allí donde engancharé a Carmen, la mujer asturiana que me ameneizó el resto de kilómetros, había dejado a su marido esperándola abajo en Ponferrada porque mañana él emprendería con su bicicleta el camino a Santiago.
Subiriamos juntas la rampa hasta la collada de Pajariel para disfrutar de una pequeña bajada mientras contemplaba de reojo el cortafuegos que se imponía allá en lo alto como si una maquinilla de afetiar hubiera pasado recientemente entre el bosque de Pajariel.
Entonces sí empezó lo más odiado (por conocido) de la mañana, rampa tras rampa en pleno cortafuegos, con subidas imposibles y bajadas peores aún, horroroso!!!pero después de unas 7 colladas (aún no las tengo bien contadas) llegamos al último puesto de avituallamiento, a partir del cual, como un cohe sin frenos encaminaríamos nuestros pasos a Ponferrada, allá en el llano, visualizando ya a lo lejos el castillo. Carmen me dice que baje a mi ritmo, asique emprendo la ruta por una pista hasta adentrarme en un bosque de pinos para aterrizar en esa desbocada bajada nuevamente en el cemento de la "civilización" y con más y más bajadas en pediente volvemos a cruzar el Puente Boeza, pero mi mala sorpresa llega cuando en lugar de llevarnos directos al castillo, nos dirigen junto a la orilla del Río Sil bordeando las afueras de la ciudad junto al río en el que muchas familias pasean su domingo mañanero hacia el puente de tren y luego por fin al que permanece junto al castillo. Allí sí se encuentra la última subida, y menuda subida!!! yo sólo puedo subirla andando y finalmente en 50 m de llaneo junto a los vigorosos muros templarios alcanzaremos la ansiada meta...2ª posición con un tiempo de 1h 49minutos!! a una media de 5:55 el km. Por su parte Mario no lo hizo nada mal, a pesar de que es un quejica, y su meritorio 7º puesto con un tiempo de 1h 27minutos y a una media de 4:42 el km le colocan entre la élite de las carreras de montaña de la provincia.
Ya sólo me queda pedir una cosa, que antes de que sea tarde, al señor Riesco no se le ocurra llevar a cabo su promesa electoral y desarrollar esa descabezada idea de crear el parque forestal de Pajariel, a falta de mejores proyectos y bajo el auspicio de la ineficiente consejera de medio ambiente de Castilla y León, en el que se contempla la construcción de un teleférico que suba desde el parque del Temple hasta la cima del gran pulmón de la ciudad, así como la dotación de terrazas recreativas o merenderos, hasta áreas de cabañas y zonas de acampada. Quienes deseen disfrutar de Pajariel seguro que ya lo llevan haciendo hace años y quienes recientemente lo descubrimos nos parece que así está magnífico!!! ¿Es necesario asfaltarlo todo?

lunes, 5 de abril de 2010

III DUATLÓN CROSS VILLAQUILAMBRE

Después de la tormenta siempre llega la calma, y este domingo meteorológicamente fue un día de calma, soleado, sin viento y eso sí, con una temperatura que fue incrementándose a lo largo de la mañana, pero que al principio de la prueba no alcanzaría ni los 10ºC.
Rezaba esta mañana el titular de la web de la federación de triatlón de Castilla y León que no hubo sorpresas, sobre todo refiriéndose al podium, tanto femenino como masculino, pero en el circuito sí las hubo. La organización del evento, mi honorable equipo Triatlón León, decidió cambiar el circuito de bici a penúltima hora, siempre, claro está, dando cuenta de ello en su página web www.triatlonleon.es , aludiendo a lo impracticable de ciertos tramos del camino por la acumulación de agua y de barro. Así, finalmente, quedó demarcado en dos vueltas para el primer segmento a pie, cuatro para el segmento de bici y una en el segundo segmento a pie.
Bajo un azul intenso y en Villaquilambre, localidad próxima a León ciudad y cuya población permanece ajena a todo evento deportivo para tristeza de su esforzado ayuntamiento (véase la San Silvestre, el duatlón u otras efemérides) tuvo luegar el Campeonato de Castilla y León de Duatlón cross 2010. Una organización a la que no se le puede reprochar nada, sino más bien al contrario, un circuito perfectamente señalizado, unos boxes sin ningún tipo de complicación, incluso unos útiles baños disponibles en la casa de cultura del pueblo, sede de la organización para la recogida de dorsales, entrega de camiseta en tonalidades azules.
A las 11.30 tomamos la salida la carrera "federada", previamente lo habían hecho un puñado de niños bien valientes al que les va picando el mundo "combinado".
El segmento a pie combinaba cemento y tierra, pero predominaba el cemento mayormente. Bajábamos por el camino del cementerio hacia las afueras del pueblo y volvíamos a subir por el mismo sitio, con lo cual se convertía en un circuito muy visual, luego subíamos otro poco por un prado y nuevamente te volvías a cruzar con tus compañeros brevemente, hasta que regresabas al pueblo atravesando una serie de calles en contínua subida y aparecías nuevamente en la casa de cultura donde se encontraban instalados los boxes.
Desde mi punto de vista físico el circutio estaba muy bien, un perfecto equilibrio de bajadas y subidas, el circutio del año anterior me resultaba mucho más duro y se me hacía más largo el segmento a pie, asique creo que el cambio fue para mejor.
En el segmento de bici los cambios habían sido más drásticos, se optó habilidosamente por reducir el circuito, por lo que los duatletas debíamos efectuar 4 vueltas y no 3 como en ediciones anteriores: tras 200m desde la salida de boxes comenzaba un camino de tierra que poco a poco no pararía de ascender hasta llevarnos a un "minipuerto" de unos 400m para afrontar largas rectas en caminos de tierra llaneando en la "pampa villaquilambriana" para posteriormente comenzar la intensa y emocionante bajada por el bosque de matorral (con permiso de biólogos) hasta que girabas por el camino ya de vuelta a Villaquilambre entre charcos y peraltes perfectamente ubicados sin necesidad de tocar el freno y nuevamente una breve subida al pueblo.
Mi debut se reducía esta vez, y como otras muchas al mero disfrute, acto de presencia, entrenamiento de calidad (eufemismos todos para evitar decir que iba a pasear mi mediocridad): el podium era inalcanzable, pero por orgullo y algún resquicio aspiraba al 5º puesto. Las sensaciones fueron buenas, en la carrera pensé que lo pasaría peor porque en toda la semana no había cogido las zapatillas para correr ni detrás de una paloma, aguanté bien, dejé a una chica atrás en el primer segmento a pie y fui a por otra que pude pasarla antes de finalizar la primera vuelta y mantenerle después cierta distancia. En la bici salí lentísima, tenía las piernas que me pesaban toneladas, luego cogí ritmo y me mantuve hasta que a falta de 1.5 km aproximadamente para acabar la 4ª vuelta me pasa la de atrás e intenté seguirla, en la bajada lo conseguí y ZAS!!!! Me doy cuenta de que se me ha salido la cadena, pero no un simple incidente, sino un enredo sobre sí misma unida al pedal. Mis nociones en mecánica son tan deficientes que el panorama que se me presentaba era de desastre absoluto. Paro, evalúo e intento colocarla, tras dos intentos lo consigo y acabé el tramo de bici para afrontar el último segmento a pie. me puse a correr y le dí zapatilla, pero ya no tenía suficientes metros para restaurar mi orgullo y al final el resultado fue la 6ª y penúltima posición.
Lo peor estaba por llegar cuando al ir a recoger la bici descubro que la horquilla se había aflojado del eje de la rueda. Me podía haber roto la crisma bajando!!! suerte que ese domingo era domingo de resurreción para los cristianos y quizá un alma se habría apiadado de mi alma pagana!!!
Debutar en casa tiene sus ventajas, y claro, era muy reconfortante ir corriendo y oír los ánimos de compañeros como Juan Ramón, Justo, Cuervo, Jorge y Jose Alberto.
El resto de compañeros del equipo no tuvieron tantos problemas técnicos ni físicos como yo, Gabri obtuvo un 5º puesto absoluto, lo cual le honra como el más machaca del equipo en estos momentos y César con una 20ª posición no lo hizo nada mal y se mantiene ahí arriba sea el circuito que sea. Luego Pedro también disfrutó en posiciones más retardadas para que finalmente obtuvieran un tercer puesto en la clasificación por equipos, a cuya celebración y foto en el podium me uní para hacer más relleno.
El Triatlón León seguro que sólo deseaba que los 76 duatletas que compartieron la salida regresaran contentos a casa.
¡Aúpa por el Triatlón León!

lunes, 29 de marzo de 2010

II Duatlón cross de Fuentemolinos 2010


En tierra de vinos con denominación de origen “Ribera del Duero”, cerezos en flor, viñedos, agricultores apurando los últimos días en la recogida de la remolacha y un recorrido que no puede dejar a nadie indiferente trascurrió la 2ª edición del duatlón cross de Fuentemolinos, en la villa de Fuentemolinos, situada en el extremo sur de la provincia de Burgos (entre Aranda de Duero y Peñafiel), hallándose en el valle del Riaza, con una población aproximada de 130 habitantes.
El sábado 27 de marzo del 2010 con un pueblo volcado en el evento, 80 participantes, 100 voluntarios y un circuito con más de 200 m (a ojo de buen cubero, por decir algo) de desnivel acumulado transcurrió la edición burgalesa que efectuó el pistoletazo de salida a las 16.30 en la plaza contigua a la iglesia parroquial de San Bartolomé con un giro a la derecha que conducía a los duatletas irrevocablemente a la primera subida de la tarde y los sacaba brevemente del pueblo por un camino de tierra para atraerlos nuevamente a la villa y obligarles a bajar considerablemente por calles asfaltadas, una interminable recta de tierra en la que los participantes tenían ocasión de cruzarse con cada uno de los “contrincantes” hasta perderse nuevamente en las calles del pueblo con sus estrepitosas subidas y volver a afrontar así el mismo recorrido de 2,5 Km. en esa tarde soleada pero con una temperatura no mayor de 15º.
Concluido el primer segmento de carrera a pie, las bicicletas nos esperaban en el área de transición, situada en una plaza situada a 50 m de la que efectuamos la salida, desde donde daríamos paso a un duro circuito de bici de 9 km en el que debíamos dar dos vueltas, prácticamente en su totalidad por las afueras del pueblo, entre tierras de labradores, caminos escarpados, cuestas pronunciadas que obligaban incluso al más preparado a bajarse de la bici. En un demoledor circuito de cambios contínuos de plato que pocas veces tocaba el grande, por fin regresabas a boxes para afrontar el último segmento a pie de 2,5 km y alcanzar casi la gloria en un sábado de pasión como nos recuerda la tradición cristiana.
Entre los 80 participantes sólo nos quedaba destacar la presencia y los buenos resultados obtenidos por la representación del Triatlón León, formada en la categoría masculina por Gabriel Silva Laiz con un 13º puesto y César Marqués Rodríguez con un 35º puesto y en la categoría femenina Siridia Fuertes Trigal con un 3º puesto.
Tampoco quiero olvidar a mis estimados compañeros de la Universidad de León Samuel, Jorge, Adrián y Aurora, entre los que destaca la actuación de estos dos últimos por tratarse de su estreno en este mundo en el que en algún momento de la competición llegas a preguntarte a ti mismo porqué no escogiste el pádel (con todos mis respetos para el mismo).
Lo mejor de la tarde estaba por llegar en este pueblin cargado de sorpresas con una buena merienda preparada a base de tortilla de patatas, snacks, aceitunas, embutidos, queso y bebidas varias.
¡Un 10 para Fuentemolinos!

domingo, 7 de febrero de 2010

Semana amarilla con intervalos nubosos


Menuda semana que he pasado de vacuna en fiebre y me duele la cabeza porque me toca. En fin, la prevención será así. El caso es que no me he sentido ni al 50% de mis posibilidades tanto laborales, físicas como sociales…un desastre!!! Y para amenizar la intriga, los exámenes de la EOI tenían que ser esta semana. Mañana cuando me den las notas me va a dar la risa por todo un poco.
No ha habido grandes hazañas que rememorar, ni salidas al monte por la amenaza continua de lluvia, ni grandes descubrimientos con la bici, el gran desafío semanal me lo he jugado entre fogones experimentando una receta nueva que ya hace tiempo pude ver lo fácil que resultaba en las manos del simpático Carlos Arguiñano. Se trata de solomillo de cerdo con hojaldre y salsa de manzana. Para empezar el solomillo lo compré hace mil años y justo ese tiempo era el que llevaba congelado en el fondo de la nevera, en segundo lugar llevo dos días minusválida del mundo careciendo de olfato y sabor, por lo que no pude detectar por el olor cómo se quemaba la salsa que estaba haciendo manzanas, así que empezamos bien la prueba. Luego el hojaldre se descongeló demasiado y no había quien lo pusiera en vereda bajo el rodillo, pero con un poco de maña todo se fue salvando y pudimos comer un nuevo plato…aunque yo no pude saborearlo. Lo repetiré. Pero mientras recomiendo esta página si hay curiosidad:
http://www.directoalpaladar.com/recetas-de-carnes-y-aves/solomillo-de-cerdo-al-hojaldre-con-salsa-de-manzana-receta-de-navidad
Desde “Olor a tierra mojada”, en estos duros momentos de incomunicación olfativa…también os quiero recomendar la peli que vi ayer: Buscando a Eric de Ken Loach, que nos trae de vuelta al rey del Manchester, Eric Cantona. Hacia la mitad de la peli se va introduciendo, en un primer momento de manera algo incómoda, un drama de amistades peligrosas y trasfondo social que se apodera casi completamente del entramado argumental.
Y es que, hacia el final de la película, hay un momento que define muy bien lo que han querido decir sus autores con ella. Cuando las máscaras del ídolo desaparecen, descubrimos que tras ellas se encuentra el pueblo, esa clase obrera de la que tantas veces ha hablado Loach, que vuelve a repetirnos que la unión es la mejor arma frente a los que abusan de su poder, y que la valentía es imprescindible para conseguir el respeto y la felicidad familiar. ¿Repetitivo y formulario? Sin duda. ¿Conmovedor?
Aunque aún quedan muchas vacunas y citas con el médico, seguro que esta semana que entra la cojo con fuerza y volvemos a compartir momentos rescatables que cada semana nos da la vida.

domingo, 31 de enero de 2010

Excursión invernal Torrestío – Lagos de Saliencia

A las 8.30 de la mañana el otro domingo, la familia Fuertes y un "adosao" de los Villadangos, emprendimos la ruta hacia Torrestío, un encantador pueblo leonés de la alta Babia(1360m), que podía cuidar un poco más su arquitectura y controlar la megalomanía de algunas de sus nuevas construcciones.
Durante todo el camino en coche apenas paró de llover , pero había ganas porque ya iban muchos fines de semana recogidos en la ciudad gracias al temporal. La decisión final de enfrentarnos a un nuevo desafío la tuvimos que tomar al llegar al pueblo, porque empezaba a nevisquear, pero en 20 minutos la cosa pareció calmarse y decidimos arriesgar, total...ya de estar ahí...
Desde el pueblo de Torrrestío iniciamos esta salida, tomando una pista de montaña que sube al alto de la Farrapona, y que debido a la gran cantidad de nieve acumulada, a que dos miembros de la expedición no disponían de raquetas y a la continua ventisca que no nos da tregua, se nos hace un poco largo e interminable, podemos decir que tranquilamente habría más de un metro de nieve y en ciertos puntos te hundías hasta más arriba de las rodillas; al llegar al puente Traspando, giramos a la izquierda abandonando la pista, hacia la izquierda una senda nos conduce a la collada de la Forcada. Descendemos por la derecha hacia el lago la Cueva ( 1590 m.) en el que el grupo se divide, tres audaces caballeros deciden subir hasta el lago Calabazosa ( 1657 m.) bordeando el lago Cueva y siguiendo un camino bien marcado, mientras que dos congeladas doncellas prueban suerte con los chozos próximos al largo Cueva para poder comer allí el bocata y hacer tiempo mientras los caballeros se pierden entre la niebla y rompen con el rumor de sus raquetas el silencio del circo glaciar.
Sólo un breve instante al llegar al lago Cueva pudimos admirar la preciosa postal que nos esperaba: un lago helado, todas las montañas cubiertas de nieve y una tranquilidad que agradecemos, porque incluso la ventisca parece respetar ese momento de gloria.
Los lagos de Saliencia se ubican en Asturias occidental, en el Parque Natural de Somiedo, entre montañas que sirven de divisoria entre Asturias y León, son un conjunto de lagos, algunos de gran tamaño que constituyen una de las zonas más atractivas de la Cordillera Cantábrica. Están constituidos por los lagos de La Cueva, el de La Calabazosa o lago Negro y el de Cerveriz , reunidos en una zona de alta montaña (los dos últimos a unos 1.700 m. de altitud) entre la peña de La Calabazosa y los Picos Albos, que rebasan los 2.100 m. de altitud. Son lagos de origen glaciar que al haberse depositado en sus fondos las arcillas procedentes de la descalcificación de las calizas, impermeabilizaron la base del lago en donde se acumula la masa de agua.
El lago de La Cueva presenta tonos rojizos, debido al arrastre de mineral de hierro de los escombros de la Mina Santa Rita que fue explotó la compañía Minas de Somiedo S.A. entre los años 1.956 y 1.978, con una extracción de unas 70.000 Ton./año. En las proximidades del lago se pueden apreciar las bocaminas y galerías de extracción e instalaciones derruidas.
Finalmente emprendemos la bajada sin los caballeros, pero al llegar al pueblo uno de ellos nos alcanza, a los dos restantes les esperaremos en el Bar Mesón La Farrapona con un té bien calentito entre las manos, donde no sólo nos tratan muy bien y nos resulta muy agradable la conversación con los propietarios, sino que además hemos oído hablar muy bien de su cocina...pero otra vez será, que ese día tocó bocata!!

jueves, 14 de enero de 2010

Nieve sobre ruedas


El honor del gran desafío de la semana pasada se lo debo a la salida en bici que hicimos el sábado Mario, Fran y yo. El día anterior habían caído unas mínimas nieves, sobre todo después de la gran hecatombe invernal que habían anunciado en todos los medios de comunicación de manera tan alarmante, pero esta vez no llegó a la ciudad de León y para nosotros se reservaba unos dos centímetros de nieve y según la altitud a la que llegamos, a unos 1100m nos topamos con a lo sumo 3 ó 4 cm.
Iniciamos nuestra salida ya a una hora de temperaturas máximas…2ºC!!, puesto que día amanecimos a unos -5ºC, era todo un festival del calor y no nos podíamos quejar.
Provistos de nuestras mejores galas para ser contratados por una nueva entrega en capítulos de Verano Azul, atacamos la gran cordillera de la Candamia, preparados para embarrarnos hasta las orejas, pero ahí estaba el gran secreto para los novatos bicicleteros que arriesgan su vida luchando contra el frío y la nieve, que el barro obviamente estaba helado, pero también lo estaban los charcos de no mucha profundidad, por lo que salvamos bastante bien la honra de volver a casa limpios.
Luego de superar las grandes subidas hasta coronar en Las Lomas, dirigimos nuestros radios hacia el portillín, disfrutando de un día excepcional, con un color precioso y un leve manto blanquecino que quería pero no podía llegar a cubrir esos campos que permanecen aletargados estos meses de frío intenso.
Cada vez la capa de nieve era mayor, y la sensación de caminar sobre ella con la bici también, pero muy gratificante. Sobrepasamos la carrera que baja hacia el Torío y continuamos nuestro camino en dirección La Vecilla por las pistas que bordean las tierras de la Sobarriba y que dejan abajo la inmensa ribera del Torío. Cruzamos finalmente la carretera de Boñar y continuamos por la pista que llega tras unos 20 ó 15 km a La Vecilla, allí la nieve ya no era una cortinilla, sino una auténtica manta como las del Val de San Lorenzo y subiendo el control de la bicicleta resultaba fácil, pero a la bajada la concentración debía ser muy elevada para seguir roderadas y controlar el manillar, porque la sensación es la misma que cuando corres con la bici sobre arena y hay que mantener la dirección recta evitando giros bruscos.
Al regresar a la carretera de Boñar la aventura nívea tocaba su fin, luego ya sólo nos quedaba regresar bajando por la carretera a Villanueva del Árbol y desandar el trayecto hasta León por ese simpático carril bici que el Ayuntamiento de Villaquilambre ha tenido a bien de construir por la ribera del Torío, en la que por cierto agradeceríamos la reforestación de los árboles talados.
En definitiva, un bonito día de frío, con una nueva experiencia que recomiendo encarecidamente a todos los bicicleteros.

domingo, 3 de enero de 2010

Crónica de una pagana abducida por san silvestre

Érase una vez un pontífice que se hizo famoso por gobernar la Iglesia Católica en la época en la que se acabaron las persecuciones y el emperador Constantino decretó plena libertad para practicar en todas partes la religión de Jesucristo.
También tuvo este Pontífice la suerte de poder construir (con ayuda del gobierno y de los fieles) la antigua Basílica de San Pedro en el Vaticano, y la primera Basílica de Letrán.
Durante su Pontificado se reunió el Concilio de Nicea (año 325), en el cual los obispos de todo el mundo declararon que quien no creyera que Jesucristo era Dios, no podía pertenecer a su santa religión, y compusieron el Credo que rezan los católicos.
Dicen también que a San Silvestre le correspondió el honor de bautizar a Constantino, el primer emperador que se hizo cristiano, ya que todos los anteriores habían sido paganos. Y ya en avanzada edad encuentra la muerte un 31 de diciembre del año 335, otorgándosele así ese día tan especial en el santoral cristiano.
Sin ninguna relación que yo haya podido encontrar, el 31 de Diciembre de hace 87 años se organizó en Sao Paulo (Brasil) una carrera popular que por hacerse el día de San Silvestre según el santoral católico, tomó ese nombre. A esa carrera le han salido imitaciones por todas partes; el 31 de Diciembre miles de corredores toman las calles de España. La de Sao Paolo es la original y más famosa, mientras que la más popular de Europa es la San Silvestre Vallecana.
En un estado de delirio que caracteriza a veces a los deportistas, decidí participar en todas las san silvestres de la provincia que no coincidiesen entre ellas, y este año se alinearon los planetas y únicamente coincidieron las celebradas en La Bañeza y la primera edición de La Robla, decantándome en tal caso por la bañezana que conocía de la edición anterior y en la que sentí a una población perfectamente organizada para acoger cualquier evento deportivo.
La odisea silvestriana tuvo su pistoletazo de salida en Villaquilambre el martes 29 de diciembre, a la que acudí con un batallón de cuatro amigos: Molly, Alvarito, Javi y Bea, de los cuales Bea me acompañó fielmente en esta particular semana silvestriana.
En Villaquilambre tenía la carrera popular su salida a las 16.30 en la plaza del ayuntamiento y en ella Alvarito y Molly tomaron su salida rodeados de niños ansiosos por llegar a meta y madres felices de acompañarlos, la nota de color indudablemente la ponía una camiseta verde del ayuntamiento de Villaquilambre que nos daban a cada uno de los corredores con dorsal como obsequio por nuestra participación.
Como en las nueve ediciones anteriores el coche debíamos dejarlo en Navatejera lo más próximo posible a la casa de cultura de este pueblo que es donde se encontraba situada la meta, y una vez más, así lo hicimos Bea y yo, aprovechando la distancia entre Navatejera y Villaquilambre para calentar en nuestro regreso a la plaza del ayuntamiento.
A las 17h efectuamos Javi, Bea y yo la salida rodeados de veteranos corredores amigos y desconocidos, dispuestos a afrontar los 5.5 km y como cada año dirigimos nuestros pasos hacia la casa de cultura de Villaquilambre, lo que supone subir una calle en ligera pendiente que para empezar de repente pues nunca suele resultar agradable, pero en la que Bea y yo nunca hemos perdido ocasión para reírnos de nosotras mismas. Esta vez Javi con su gracioso gorro navideño de Papá Noel nos iba marcando un ritmo ya no tan cómodo para la pachorra que nos caracteriza en las salidas, asíque pronto nos situamos en buenas posiciones y una vez superada esa primera pendiente nos dirigimos a su bajada a una velocidad, según fuentes “fidedignas” de conocidos equipados con lo que podríamos considerar ordenadores de muñeca, de 4. 10 el km. Luego de unos 2.5 km nos enfrenamos a la segunda subida, esta vez mucho más pronunciada que la primera y en la que seguíamos tomando posiciones, Bea comenzó a rezagarse y Javi no entendía como pudo dejarse engañar para tentar al infarto. Ya sola opté por acoplarme al ritmo de dos muchachos que iban más adelante y de esta manera pasamos sin pena ni gloria la tercera gran subida del día frente a las instalaciones de la Casa de Asturias para finalmente coronar la máxima altura de la carrera en la carretera que nos llevaba en línea recta prácticamente a la meta. Cuando me quise dar cuenta la carrera ya había acabado y el puesto obtenido era una segunda posición, aunque la distancia se quedaba en 4 km. Bea, fiel compañera abrazaba el tercer puesto. La felicidad duró poco, la ansiada cesta de Navidad que el equipo del día se había propuesto alcanzar se quedaba en un lejano sueño, inexplicablemente, sólo se entregaba cesta a la primera clasificada y otras 30 cestas eran sorteadas entre el público asistente y poseedor de dorsal, independientemente de que hubieran participado en las carreras o no.
La segunda jornada san silvestriana, con permiso esta vez de San Raúl por celebrarse el 30 de diciembre, tuvo lugar en León y la distancia a recorrer para la carrera de élite o llamada también el Gran premio “El Techa”, por ser el patrocinador, era de 5.5 km, esta vez sí, perfectamente medidos y este día mis compañeros de aventura eran César y su amigo Héctor, aunque sólo de calentamiento, porque ya sabíamos que cada uno iba a hacer su carrera como buenamente pudiese y así compartimos salida en el palacio de los guzmanes a las 16.30 con otros 300 corredores, participando en un entretenido circuito que se extendía por calles como Ramón y Cajal, Gran Vía de San Marcos, La Inmaculada, Santo Domingo, Ordoño II, Guzmán, República Argentina, Avenida de Facultad (tanto de ida como de vuelta), el puente de los leones y finalmente Sáenz de Miera.
La competencia en esta ocasión era feroz debido a la elevada cantidad de dinero que se disputaban en las diez primeras posiciones tanto de hombres como de mujeres, asíque, puesto que la carrera se presuponía rápida, lo más cuerdo era salir a un ritmo cómodo para luego en función de sensaciones ir elevando el nivel o manteniendo, y por eso, a partir de mi paso por Santo Domingo viendo que los músculos iban respondiendo pude ir elevando el ritmo progresivamente hasta que en Avenida de Facultad me encontraba corriendo a tope, casi dispuesta a sufrir y me marqué como objetivo adelantar a todas las mujeres que avistara hasta meta y así hice hasta 30 metros antes de meta, muy inusual en mí, pero rescatando cierto orgullo personal por tratarse de una chica a la que conocía del triatlón en otras competiciones y que no había resultado precisamente amable. El resultado fue de 25 minutos en un tiempo total y de 4.21 el ritmo del mil, suficiente por este año!!
Bea y Alvarito optaron ésta vez por algo más relajado en la carrera popular de 3,5 km.
Y ya para concluir ahora sí el año, nada mejor que hacerlo en La Bañeza a media tarde con un circuito perfectamente marcado, una organización exquisita y en compañía de buenos amigos y conocidos, hacia allí nos dirigimos la comitiva compuesta esta vez por Mario y Raúl como mirones y sin pompones y por las ya veteranas paquetas legales (Bea y yo). A las 18.20 se dio la salida para cadetes masculinos y femeninos, absolutas y veteranas, en definitiva, un tropel de corredores que compartiríamos una distancia de 4km desarrollados en dos vueltas por el casco de la ciudad. La primera vuelta en cualquier caso Bea y yo siempre optamos por hacerla de reconocimiento para probar sensaciones y ver como respiran los demás, en la segunda ya incluimos un poco de progresión que resultó no ser suficiente al final y en la que las carreras de los días anteriores lastraban las piernas de manera que se nos escapó un codiciado tercer puesto y por lo tanto nuevamente la cesta!! Pero en La Bañeza están en todo y la tableta de turrón nunca falta!!
En fin, sabor amargo por esas “cestas de chocolate”, pero una gran satisfacción en cuento a sensaciones, a momentos compartidos y reencuentros con viejos conocidos del asfalto y la pista.
Sólo pido que éste 2010 que empieza a gatear resulte tan gratificante deportivamente como el 2009.