domingo, 3 de enero de 2010

Crónica de una pagana abducida por san silvestre

Érase una vez un pontífice que se hizo famoso por gobernar la Iglesia Católica en la época en la que se acabaron las persecuciones y el emperador Constantino decretó plena libertad para practicar en todas partes la religión de Jesucristo.
También tuvo este Pontífice la suerte de poder construir (con ayuda del gobierno y de los fieles) la antigua Basílica de San Pedro en el Vaticano, y la primera Basílica de Letrán.
Durante su Pontificado se reunió el Concilio de Nicea (año 325), en el cual los obispos de todo el mundo declararon que quien no creyera que Jesucristo era Dios, no podía pertenecer a su santa religión, y compusieron el Credo que rezan los católicos.
Dicen también que a San Silvestre le correspondió el honor de bautizar a Constantino, el primer emperador que se hizo cristiano, ya que todos los anteriores habían sido paganos. Y ya en avanzada edad encuentra la muerte un 31 de diciembre del año 335, otorgándosele así ese día tan especial en el santoral cristiano.
Sin ninguna relación que yo haya podido encontrar, el 31 de Diciembre de hace 87 años se organizó en Sao Paulo (Brasil) una carrera popular que por hacerse el día de San Silvestre según el santoral católico, tomó ese nombre. A esa carrera le han salido imitaciones por todas partes; el 31 de Diciembre miles de corredores toman las calles de España. La de Sao Paolo es la original y más famosa, mientras que la más popular de Europa es la San Silvestre Vallecana.
En un estado de delirio que caracteriza a veces a los deportistas, decidí participar en todas las san silvestres de la provincia que no coincidiesen entre ellas, y este año se alinearon los planetas y únicamente coincidieron las celebradas en La Bañeza y la primera edición de La Robla, decantándome en tal caso por la bañezana que conocía de la edición anterior y en la que sentí a una población perfectamente organizada para acoger cualquier evento deportivo.
La odisea silvestriana tuvo su pistoletazo de salida en Villaquilambre el martes 29 de diciembre, a la que acudí con un batallón de cuatro amigos: Molly, Alvarito, Javi y Bea, de los cuales Bea me acompañó fielmente en esta particular semana silvestriana.
En Villaquilambre tenía la carrera popular su salida a las 16.30 en la plaza del ayuntamiento y en ella Alvarito y Molly tomaron su salida rodeados de niños ansiosos por llegar a meta y madres felices de acompañarlos, la nota de color indudablemente la ponía una camiseta verde del ayuntamiento de Villaquilambre que nos daban a cada uno de los corredores con dorsal como obsequio por nuestra participación.
Como en las nueve ediciones anteriores el coche debíamos dejarlo en Navatejera lo más próximo posible a la casa de cultura de este pueblo que es donde se encontraba situada la meta, y una vez más, así lo hicimos Bea y yo, aprovechando la distancia entre Navatejera y Villaquilambre para calentar en nuestro regreso a la plaza del ayuntamiento.
A las 17h efectuamos Javi, Bea y yo la salida rodeados de veteranos corredores amigos y desconocidos, dispuestos a afrontar los 5.5 km y como cada año dirigimos nuestros pasos hacia la casa de cultura de Villaquilambre, lo que supone subir una calle en ligera pendiente que para empezar de repente pues nunca suele resultar agradable, pero en la que Bea y yo nunca hemos perdido ocasión para reírnos de nosotras mismas. Esta vez Javi con su gracioso gorro navideño de Papá Noel nos iba marcando un ritmo ya no tan cómodo para la pachorra que nos caracteriza en las salidas, asíque pronto nos situamos en buenas posiciones y una vez superada esa primera pendiente nos dirigimos a su bajada a una velocidad, según fuentes “fidedignas” de conocidos equipados con lo que podríamos considerar ordenadores de muñeca, de 4. 10 el km. Luego de unos 2.5 km nos enfrenamos a la segunda subida, esta vez mucho más pronunciada que la primera y en la que seguíamos tomando posiciones, Bea comenzó a rezagarse y Javi no entendía como pudo dejarse engañar para tentar al infarto. Ya sola opté por acoplarme al ritmo de dos muchachos que iban más adelante y de esta manera pasamos sin pena ni gloria la tercera gran subida del día frente a las instalaciones de la Casa de Asturias para finalmente coronar la máxima altura de la carrera en la carretera que nos llevaba en línea recta prácticamente a la meta. Cuando me quise dar cuenta la carrera ya había acabado y el puesto obtenido era una segunda posición, aunque la distancia se quedaba en 4 km. Bea, fiel compañera abrazaba el tercer puesto. La felicidad duró poco, la ansiada cesta de Navidad que el equipo del día se había propuesto alcanzar se quedaba en un lejano sueño, inexplicablemente, sólo se entregaba cesta a la primera clasificada y otras 30 cestas eran sorteadas entre el público asistente y poseedor de dorsal, independientemente de que hubieran participado en las carreras o no.
La segunda jornada san silvestriana, con permiso esta vez de San Raúl por celebrarse el 30 de diciembre, tuvo lugar en León y la distancia a recorrer para la carrera de élite o llamada también el Gran premio “El Techa”, por ser el patrocinador, era de 5.5 km, esta vez sí, perfectamente medidos y este día mis compañeros de aventura eran César y su amigo Héctor, aunque sólo de calentamiento, porque ya sabíamos que cada uno iba a hacer su carrera como buenamente pudiese y así compartimos salida en el palacio de los guzmanes a las 16.30 con otros 300 corredores, participando en un entretenido circuito que se extendía por calles como Ramón y Cajal, Gran Vía de San Marcos, La Inmaculada, Santo Domingo, Ordoño II, Guzmán, República Argentina, Avenida de Facultad (tanto de ida como de vuelta), el puente de los leones y finalmente Sáenz de Miera.
La competencia en esta ocasión era feroz debido a la elevada cantidad de dinero que se disputaban en las diez primeras posiciones tanto de hombres como de mujeres, asíque, puesto que la carrera se presuponía rápida, lo más cuerdo era salir a un ritmo cómodo para luego en función de sensaciones ir elevando el nivel o manteniendo, y por eso, a partir de mi paso por Santo Domingo viendo que los músculos iban respondiendo pude ir elevando el ritmo progresivamente hasta que en Avenida de Facultad me encontraba corriendo a tope, casi dispuesta a sufrir y me marqué como objetivo adelantar a todas las mujeres que avistara hasta meta y así hice hasta 30 metros antes de meta, muy inusual en mí, pero rescatando cierto orgullo personal por tratarse de una chica a la que conocía del triatlón en otras competiciones y que no había resultado precisamente amable. El resultado fue de 25 minutos en un tiempo total y de 4.21 el ritmo del mil, suficiente por este año!!
Bea y Alvarito optaron ésta vez por algo más relajado en la carrera popular de 3,5 km.
Y ya para concluir ahora sí el año, nada mejor que hacerlo en La Bañeza a media tarde con un circuito perfectamente marcado, una organización exquisita y en compañía de buenos amigos y conocidos, hacia allí nos dirigimos la comitiva compuesta esta vez por Mario y Raúl como mirones y sin pompones y por las ya veteranas paquetas legales (Bea y yo). A las 18.20 se dio la salida para cadetes masculinos y femeninos, absolutas y veteranas, en definitiva, un tropel de corredores que compartiríamos una distancia de 4km desarrollados en dos vueltas por el casco de la ciudad. La primera vuelta en cualquier caso Bea y yo siempre optamos por hacerla de reconocimiento para probar sensaciones y ver como respiran los demás, en la segunda ya incluimos un poco de progresión que resultó no ser suficiente al final y en la que las carreras de los días anteriores lastraban las piernas de manera que se nos escapó un codiciado tercer puesto y por lo tanto nuevamente la cesta!! Pero en La Bañeza están en todo y la tableta de turrón nunca falta!!
En fin, sabor amargo por esas “cestas de chocolate”, pero una gran satisfacción en cuento a sensaciones, a momentos compartidos y reencuentros con viejos conocidos del asfalto y la pista.
Sólo pido que éste 2010 que empieza a gatear resulte tan gratificante deportivamente como el 2009.

5 comentarios:

  1. El próximo año espero correr contigo las San Silvestres y no ir de "mirón".

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  2. Seguro que el 2010 superará con creces al 2009 en lo deportivo y en lo que tú quieras.

    Salu2.

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  3. Si vosotras sois unas paquetes yo definitivamente me retiro. Vaya ritmos!!! A mí corriendo así se me salen las piernas. Estás hecha toda una campeona. Seguro que el 2009 no tendrá nada que hacer al lado del 2010 que te vas a marcar:P
    ¡Y yo que lo vea!
    Un besín!

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  4. Que te quiten lo bailao aunque las cestas se te resistan... tenías que haber ido a la de Madrid conmigo (yo sí llevaría pompones)!!!
    2010 será gratificante en todo, verás (y lo guapas que vamos a estar?? jajajaj). Besines.

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  5. Gracias por vuestros ánimos 10 para un 2010!!!siempre pienso y digo que el aspecto deportivo es una anécdota en mi vida, pero creo que no puedo obviar que no sería la misma persona si me faltara una dosis mínima de deporte cada semana. Aunque nuestra vida profesional vaya por unos derroteros, es evidente que la personal está compuesta de múltiples aristas.
    Gracias por vuestros apoyos.
    Vero, guapísimas, pero los pelos no nos los aregla ni Llongueras, jaja.
    Besos

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